¿Cada cuánto debo usar hilo dental?

El hilo dental es una herramienta fundamental en la higiene bucal que muchas personas pasan por alto. Aunque cepillarse los dientes dos veces al día es esencial, no es suficiente para eliminar todos los residuos de comida y la placa bacteriana que se acumulan entre los dientes y debajo de la línea de las encías. Aquí es donde el uso del hilo dental cobra protagonismo. Pero surge una duda común: ¿cada cuánto debo usarlo?

La respuesta más recomendada por dentistas y profesionales de la salud bucal es clara: debes usar hilo dental al menos una vez al día.

¿Por qué es tan importante usar hilo dental?

Aunque el cepillo de dientes limpia bien las superficies visibles, no puede alcanzar los espacios estrechos entre los dientes. El hilo dental es el complemento perfecto porque permite:

Eliminar restos de comida y placa entre los dientes.
Prevenir enfermedades como la gingivitis y periodontitis.
Evitar el mal aliento causado por bacterias acumuladas.
Reducir el riesgo de caries interdentales.

Si no se remueve la placa de forma diaria, esta se endurece y se convierte en sarro, que solo puede ser retirado por un dentista. Esto puede llevar a enfermedades más serias que no solo afectan tu boca, sino también tu salud general.

¿Cada cuánto usar el hilo dental?

Lo ideal es usar hilo dental una vez al día, preferentemente antes de dormir.

Durante el día, comemos varios alimentos que pueden dejar restos entre los dientes. Al final de la jornada, es el mejor momento para limpiar a fondo la boca y evitar que las bacterias trabajen durante la noche mientras duermes.

¿Es malo usarlo más de una vez al día?

Usar hilo dental más de una vez al día no es perjudicial, siempre que se haga con una técnica adecuada y sin ejercer demasiada presión, ya que un mal uso puede irritar las encías. Algunas personas que tienen brackets o que están propensas a acumular más placa podrían beneficiarse de usarlo dos veces al día.

¿Qué pasa si no uso hilo dental con frecuencia?

Ignorar el uso del hilo dental puede parecer inofensivo al principio, pero con el tiempo puede desencadenar problemas como:

Inflamación y sangrado de encías (primer signo de gingivitis)
Mal aliento persistente
Formación de sarro y manchas entre los dientes
Infecciones periodontales que pueden llevar a la pérdida de dientes

Además, se ha encontrado una relación entre la salud bucal deficiente y enfermedades cardíacas, diabetes e incluso partos prematuros. ¡Una razón más para no olvidarte del hilo dental!

¿Cómo usar correctamente el hilo dental?

Corta entre 40 y 45 cm de hilo dental. Enrolla la mayor parte en uno de tus dedos medios y el resto en el otro.
Sujeta el hilo con los pulgares e índices. Deslízalo suavemente entre los dientes con un movimiento de “vaivén”.
Forma una “C” alrededor del diente. Asegúrate de llegar hasta la línea de las encías.
Usa una parte limpia del hilo para cada diente. Así evitas mover bacterias de un lugar a otro.

Si te resulta complicado usar hilo dental tradicional, existen alternativas como los hilos con mango (flossers), cepillos interdentales y hilo dental con sabor que pueden facilitar el proceso.

Recomendaciones finales

Usa hilo dental antes del cepillado, para que el cepillo elimine los residuos sueltos.
Si estás comenzando a usar hilo dental, es normal que las encías sangren ligeramente. Si el sangrado persiste por más de una semana, consulta con tu dentista.
No sustituyas el hilo dental con enjuague bucal. Ambos cumplen funciones diferentes.
Lleva contigo un hilo dental portátil o flossers para usarlos después de comer fuera de casa.